Kevin Harbottle y Jaime Grondona los que faltan

Jaime Grondona

Kevin Harbottle Este Blog es para los amantes de Rancagua nuestra querida e histórica Ciudad.

Kevin Harbottle y Jaime Grondona son los dos posibles refuerzos que se pueden agregar al plantel celeste con miras al Clausura 2009.

Harbottle viene de estar en Argentinos Juniors y Grondona de alternar con Rivarola y Esteban Paredes en el Chago de Basualdo que acaba de firmar por Universidad de Chile. Además los dos tienen historias de Selecciones Juveniles.

Grondona paticipó en el Mundial Juvenil 2007, en Canada donde Chile logró el Tercer lugar de la mano de un querido José Sulantay. También es conocido por la fuerte suspensión que sufrio, pero supo demostrar grandeza de alma para volver y disputar un puesto con dos imponentes como Rivarola y Paredes. Por lo tanto, bienvenido¡¡ se necesita esfuerzo y rigor y Grondona sabe de eso.

Y Kevin Harbottle nació el 8 de junio de 1990, mide 1.64 y es volante con llegada, Este descendiente de ingleses, llegó a los 12 años a las divisiones inferiores de Antofagasta, y a los 18 fue subido al primer equipo por Mario Vener, aunque quien lo hizo debutar profesionalmente fue Hernán Ibarra, en la tercera fecha del clausura, ante Rangers.

Así el futbolista criado en la población Juan Pablo II de Antofagasta -una de las más conflictivas de la ciudad- fue deslumbrando a propios y extraños con su exquisita técnica, habilidad y rapidez. Su primer tanto fue ante Cobreloa, en Calama, y sus mejores actuaciones ante la UC y Colo Colo, demostrando que no le pesa la camiseta. Su buen rendimiento lo llevó a la ‘Roja’ Sub 20, donde en su debut, anotó un gol en el triunfo sobre Bolivia, en Mejillones.

Se nota a las claras que la apuesta de la SADP, es hacia jugadores con fuertes proyecciones futuras lo que no es malo, para el futuro celeste.

Ahora bien, la pregunta es que pasa con nuestra cantera celeste, no hay jugadores utilizables para Sampaoli?, nos gustaría ver más sangre celeste en la cancha. creemos que hace falta que sienta la camiseta palpitando en el pecho, como la siente la Trinchera cuando en el tablon.